Como contamos en el post anterior, la Fasciopatía Plantar es una patología muy compleja que da muchos quebraderos de cabeza a quien la padece. ¿Qué podemos hacer para acabar con ella?
TERAPIA MANUAL Y TÉCNICAS PASIVAS
Algunas de las técnicas que más se utilizan para el tratamiento de esta patología podrían ser terapias como:
Masaje o el automasaje con pelota
Estiramientos
Crioterapia
Ondas de choque
Fisioterapia invasiva
Infiltración de corticoides
Todas ellas demuestran resultados muy distintos y poco concluyentes, tal y como describen en esta revisión que podéis leer en español acerca de los distintos tratamientos aplicados y que recomiendo:
EFECTIVIDAD DE DISTINTAS TERAPIAS FISICAS EN EL TRATAMIENTO CONSERVADOR DE LA FASCITIS PLANTAR. REVISION SISTEMATICA Ana María Díaz López y Patricia Guzmán Carrasco.
EJERCICIO FÍSICO
Aquí es donde está la clave. En la mayoría de los casos, observamos una inestabilidad del tobillo, sumado a la pérdida de fuerza en la musculatura del pie, y multiplicado por el uso de calzado cada vez con más drop o tacón y más cerrado, hacen que nuestro pie pierda casi toda su función.
Así que cuando empezamos a andar con chanclas o a correr, las posibilidades de sufrir dolores en la planta del pie aumentan de manera exponencial, debido a la falta de fuerza y adaptación.
Es por ello que lógicamente una de las medidas más eficaces a la hora de abordar la fasciopatia es el ejercicio activo y por tanto el fortalecimiento del pie.
Os dejamos unos ejercicios que nos van a ayudar a mejorar la movilidad y la fuerza de nuestro pie, mejorando con ello la sintomatología y acelerando el proceso de recuperación.
1 Ejercicio foam roller
Utilizamos un foam roller para disminuir la tensión muscular, no solo en gemelos y sóleo, también en flexores del pie, tibial posterior, y flexor del pulgar.
2 Ejercicio movilidad tobillo
En este caso buscamos aumentar la movilidad del tobillo mediante una goma. Recordemos que uno de los factores que predisponen a sufrir la fasciopatia plantar es la disminución en la movilidad de esta articulación.
3 Ejercicio movilidad dedos
Añadimos además otro ejercicio de movilidad, en este caso para la musculatura propia del pie.
4 Ejercicio fuerza
Para este ejercicio volveremos a utilizar una goma elástica, gracias a la cual nos permite trabajar tanto la musculatura propia del pie, como el tibial posterior. Ambos fundamentales para fortalecer el pie y mejorar la estabilidad del mismo.
Como veis, son ejercicios muy sencillos que se pueden hacer en casa y que pueden ayudar tanto a ganar movilidad como fuerza.
¡A practicar!
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