En el anterior post os hablamos brevemente de los beneficios del ejercicio físico.
Pero queremos seguir insistiendo en lo importante que es realizar ejercicio y huir de una vida sedentaria. Estamos seguros de que este post te va a sorprender.
¿Sabías que el músculo, además de tener una función mecánica y permitir nuestro desplazamiento y relación con el medio que nos rodea, tiene una función metabólica?
Desde hace mucho sabemos que nuestros músculos, articulaciones y huesos nos sirven para movernos y para relacionarnos con nuestro entorno. Pero desde hace relativamente poco, también sabemos que el sistema músculo-esquelético nos sirve para comunicar éste con el resto de nuestro cuerpo. Esto se hace en parte gracias a las Mioquinas.
¿Qué sabemos sobre las mioquinas?
Podemos decir que son péptidos y citoquinas secretadas durante la contracción muscular, las cuales tienen un efecto endocrino muy importante.
Esta acción endocrina, deriva de su relación con los adipocitos o células del tejido graso, las cuales a su vez van a producir adipoquinas, hormonas que van a relacionarse a u vez con el cerebro.
El rol de estas adipoquinas (factor de necrosis tumoral, leptina, resistina, entre otras) es sobre todo pro-inflamatorio, además de jugar un papel fundamental en el aumento de la resistencia a la insulina y el aumento de la tensión arterial (3,4). Podemos decir que las mioquinas son justo lo contrario.
La más conocida es la interleukina 6, también la primera identificada en el torrente sanguíneo en relación a la contracción muscular. ¿Cuáles son sus funciones?
Anti-inflamatorio mediante la inhibición del factor-a tumoral
Aumento de la glucolisis (gasto de glucosa) mediante la activación de la señalización de la protein-kinasa. Esta función se produce sobre todo en el hígado y nos ayuda a obtener energía.(1)
Además podemos destacar otras mioquinas como:
- Interleukina 15: Nos ayuda al acúmulo de proteína intamuscular y a la regulación de enfermedades metabólicas como obesidad y diabetes , y a su prevención (2)
- Neurotropinas: Juegan un papel fundamental en la regulación de varias vías de control metabólico a nivel de nuestro sistema nervioso central, así como de control de la composición corporal y de la homeostasis energética.
- Factor inhibidor de la leucemia: Muy importante en la hipertrofia y regeneración del músculo.
- Irisina: Destaca su función de cambiar el tejido blanco adiposo (más difícil de eliminar) a tejido adiposo pardo (mejor disposición para su consumo energético). Así como aumentar la génesis mitocondrial y con ello el consumo de oxígeno.
- Factor de crecimiento fibroblasto 21: Controla el metabolismo de la glucosa y la grasa, reduciendo su concentración de plasma sanguíneo (5)
- SPARC: Participa también en el metabolismo de la glucosa así como en la inhibición de nuevas células grasas (6).
Todas ellas son solo un ejemplo, ya que diferentes análisis realizados de las secreciones que se producen en el músculo, han demostrado de la existencia de hasta 300 tipos distintas de mioquinas (10)
Aunque ya hemos dicho que las Mioquinas se producen durante la contracción muscular, y ello va a tener efectos no solo de regulación del tejido graso si no también de relación con nuestro cerebro, debemos entender que en función del ejercicio que llevemos a cabo estás sustancias se producirán en mayor o menor medida.
Y es que ejercicios que envuelvan a pequeños grupos musculares pueden ser insuficientes para incrementar el nivel de mioquinas por encima del nivel normal encontrado previo al ejercicio (7).
En contraste con ello, ejercicios aeróbicos como correr o entrenamiento de fuerza con ejercicios multiarticulares si producen cambios muy importantes en la concentración de las mioquinas en el torrente sanguíneo.
Por otro lado, destacamos que la duración del mismo ejercicio también será un factor determinante en la secreción (8), dándose los mejores resultados entre 1-2 horas.
Otro de los factores que parecen determinantes es la intensidad del ejercicio, ya que una alta intensidad producirá mayor secreción (9).
Por todo ello podemos concluir que el músculo no solo tiene funciones mecánicas si no que tiene una función endocrina de secreción de sustancias y reguladora del metabolismo de la glucosa muy importante, así como vía de comunicación con otros sistemas como hígado, páncreas, corazón, cerebro o el propio tejido adiposo.
Es esencial la potenciación del mismo para una vida larga y sana.
Referencias:
1.Exercise-induced myokines in health and metabolic diseases
Author links open overlay panelByunghunSoaHee-JaeKimaJinsooKimaWookSongab
2. J.M. Argiles, F.J. Lopez-Soriano, S. BusquetsTherapeutic potential of interleukin-15: a myokine involved in muscle wasting and adiposity
Drug Discov Today, 14 (2009), pp. 208-213
3. Obesity, insulin resistance and increase in adipokines levels: importance of the diet and physical activity
E. Rodríguez-Rodríguez, J. M. Perea, A. M. López-Sobaler y R. M. Ortega
4. S. Shetty, C.M. Kusminski, P.E. SchererAdiponectin in health and disease: evaluation of adiponectin-targeted drug development strategies
Trends Pharmacol Sci, 30 (2009), pp. 234-239
5. A. Kharitonenkov, T.L. Shiyanova, A. Koester, A.M. Ford, R. Micanovic, E.J. Galbreath, et al.FGF-21 as a novel metabolic regulator
J Clin Invest, 115 (2005), pp. 1627-1635
6. J. Nie, E.H. SageSPARC inhibits adipogenesis by its enhancement of beta-catenin signaling
J Biol Chem, 284 (2009), pp. 1279-1290
7. 24 Bergfors M, Barnekow-Bergkvist M, Kalezic N, Lyskov E, Eriksson JW. Short-term effects of repetitive arm work and dynamic exercise on glucose metabolism and insulin sensitivity. Acta Physiol Scand 183: 345–356, 2005.
8. Fischer CP. Interleukin-6 in acute exercise and training: what is the biological relevance? Exercise Immunol Rev 12: 6–33, 2006.
9. Lymphocytes and NK cell activity during repeated bouts of maximal exercise
,
,
, and
10· Hartwig S, Raschke S, Knebel B, Scheler M, Irmler M, Passlack W, Muller S, Hanisch F-G, Franz T, Li X, Dicken H-D, Eckardt K, Beckers J, de Angelis MH, Weigert C, Häring H-U, Al-Hasani H, Ouwens DM, Eckel J, Kotzka J, Lehr S. Secretome profiling of primary human skeletal muscle cells. Biochim Biophys Acta 1844: 1011–101
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